lunes, 15 de junio de 2020

El combate de Monte Harriet

Monte Harriet

Los efectivos del Regimiento de Infantería 4 bajo el mando de su jefe, Teniente Coronel Soria, se prepararon para enfrentarse con la tropa del 42 de Comandos ingleses. La acción frontal de la infantería inglesa aferra a los defensores. Simultáneamente, efectivos importantes rodean la posición por el Norte y por el Sur, a través de los campos minados, rechazando a las débiles fracciones propias allí emplazadas. El enemigo cae sobre las posiciones logísticas en la retaguardia, y se ejecutan intensos combates cuerpo a cuerpo. El enemigo continúa su avance, ahora hacia el O, procurando obligar a los efectivos propios a combatir con frente invertido, al mismo tiempo que continúa su acción frontal. El empuje del ataque continúa sin pausas desde la retaguardia hasta alcanzar el puesto de comando del regimiento.

Las fracciones propias deben enfrentar al enemigo en los 360°. Se apoya con toda la artillería disponible, y aunque logra retardar la progresión del ataque, no puede detenerlo. A las 03.30 Hs, el jefe de Regimiento abandona su puesto comando, y mientras combate contra fracciones enemigas a muy corta distancia, se desplaza hacia adelante a la zona de posiciones y pierde contacto con el Comandante. A las 05. 00 Hs, el enemigo logra aislar finalmente a la propia tropa, solo la 3ra sección de la compañía B logra romper el cerco y replegarse con el 40% de sus efectivos, el resto está muerto o herido, y parte de ellos han sido hechos prisioneros. A las 06.00 Hs, el enemigo conquista la cresta de Monte HarrietT. La resistencia ha cesado. Ya desarticulada la posición, el combate es continuado por parte de fracciones cercadas por el enemigo, hasta que éstas agotan su munición. El 12 de junio a las 09.30 hs los últimos 60 hombres, completamente rodeados por efectivos muy superiores y casi totalmente agotada su munición, cesan la resistencia, después de diez horas y media de combate, dejando 22 muertos y 118 heridos. Nuestros Soldados habían cobrado muy caro el peaje de la sangre a las tropas del Imperio Británico, disputando intensamente cada metro de terreno.

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