jueves, 29 de julio de 2021

Gendarmeria Nacional en Malvinas

 Gendarmería Nacional Argentina, destacó en las Islas Malvinas efectivos provenientes de diferentes

Unidades del interior del país, los cuales al arribar a las islas, fueron incorporados a la compañía

de Comandos 601 del Ejército Argentino. Por iniciativa de sus integrantes se autobautizaron

con el nombre de Escuadrón "Alacrán", poseían una capacitación especial para llevar a

cabo operaciones de tipo comando, siendo esa su misión en el teatro de operaciones.

El Escuadrón "Alacrán" participó en el Teatro de Operaciones del Atlántico Sur, juntamente con

los Comandos del Ejército ya que eran una Fuerza de "Elite". Recibió la responsabilidad de

un sector de defensa específico, en el cual se hallaba el Regimiento de Infantería 25.

El 26 de mayo, fecha en la cual la contienda se encontraba próxima a su instancia más dura, el

entonces Comandante José Ricardo Spadaro, fue llamado por el Subdirector Nacional de

Gendarmería, Comandante General Antonio Becich, comunicándole lo que hacía más de un

mes querían oír los integrantes de la Fuerza. Un día después de impartida la orden, los

gendarmes de distintas unidades se reunieron en Comodoro Rivadavia (Chubut). Inmediatamente

un grupo consiguió una bandera y con cinta adhesiva negra escribieron GENDARMERIA

NACIONAL "ESCUADRON ALACRAN". El 28 de mayo, partieron a bordo de un avión

Hércules C 130 de la Fuerza Aérea Argentina, 40 gendarmes, serían los únicos en poder

pasar a las Islas. Por razones de seguridad el piloto que trasladaba al resto de los integrantes

de la Unidad decidió retornar al continente, tras intentar llegar a las islas en dos oportunidades.

El Hércules tocó la pista malvinense, luego de un vuelo rasante sobre el mar. Una vez descendidos,

fueron recibidos por un oficial del Ejército perteneciente al Centro de Operaciones Logísticas.

Ignorando que los gendarmes pasarían a Malvinas, dispuso como alojamiento un galpón

en la zona portuaria. Proporcionándole los medios de transporte necesarios.

Al día siguiente el Comandante Spadaro fue presentado ante el General Mario Benjamín

Menéndez, Gobernador de las Islas. En esa oportunidad el Jefe del Escuadrón Alacrán le

informó, sobre la organización y las capacidades de la Unidad que comandaba.


Bautismo de Fuego

El 29 de mayo. Se efectuó la reunión de coordinación con los comandos del Ejército. Se

estableció que se realizaría una operación en conjunto. El transporte lo realizarían helicópteros

del Ejército siendo los efectivos de Gendarmería quienes primero debían ocupar sus posiciones.

El 30 de mayo por la mañana, después de sobrepasar las últimas posiciones argentinas,

el aparato se aproximaba a su objetivo, cuando fue alcanzado por un misil disparado

por un avión Sea Harrier enemigo, impactando a la altura de la cola del helicóptero.

El piloto logró evitar que se estrellara la nave. En tierra comenzó a incendiarse y a explotar

debido a la gran cantidad de munición que transportaba. El Sargento Ayudante Ramón

Gumersindo Acosta logra rescatar al Subalferez Oscar Rodolfo Aranda tirando de su mano,

era lo único visible en medio del denso humo. El Segundo Comandante Jorge Enrique San

Emeterio y el Sargento Primero Miguel Víctor Pepe sacan de entre las llamas al Sargento

Justo Rufino Guerrero, quien poseía heridas de gravedad en sus dos piernas, una de ellas prácticamente

seccionada. Éste pedía a gritos ser dejado allí, temiendo por la vida de sus camaradas.

Fue rescatado apenas segundos antes de que el helicóptero explotara. Muriendo el Primer

Alférez Ricardo Julio Sánchez, Subalferez Guillermo Nasif, Cabo Primero (s) Marciano

Veron y Víctor Samuel Guerrero, Cabo Carlos Misael Pereyra y el Gendarme Juan Carlos

Treppo.


Los sobrevivientes se replegaron a Puerto Argentino. El herido junto con tres integrantes

fueron rescatados después de esperar una tensa hora. El humo podría delatarlos y ser emboscados,

entre los cerros apareció un helicóptero Bell del Batallón de Aviación de Ejercito 601 para

rescatarlos. La última mirada al helicóptero abatido, lágrimas en los rostros y el saludo

final a los compañeros caídos. La Patria los llamo y ellos respondieron, 6 gendarmes

fallecidos en la primera misión. El mismo día se recibió la orden de alistarse para una nueva

tarea, brindar seguridad a un grupo de ingenieros de la Infantería de Marina, ocupar posiciones en

las cercanías del cerro Dos Hermanas, por espacio de 24 horas. La misión se realizó en forma

satisfactoria tras lo cual se regresó a Puerto Argentino a la noche.

El día 14 de junio con las noticias del cese de fuego, se iniciaron los repliegues hacia Puerto

Argentino, preparados para resistir si fuese necesario, hasta el final. En ese momento acude

a despedirse el padre Astolfo (capellán de Gendarmería), partía rumbo al continente con

un grupo de heridos. Con conocimiento de las horas críticas que se vivía, el Comandante

Spadaro cerró el Libro de Guerra de la Unidad. Encomendándole al sacerdote lo hiciese llegar a

la Dirección Nacional de Gendarmería. Finalizados los combates, el grueso del Escuadrón

Alacrán es embarcado en el buque Canberra, zarpando rumbo al continente.

Volviendo la bandera del Escuadrón, escondida entre las ropas del Subalferez Aranda.

El día 14 de julio, un mes después de producida la rendición, el buque Saint Edmund entraba a Puerto

Madryn, trayendo de regreso al Jefe y al Segundo Jefe del Escuadrón Comandantes Spadaro

y Díaz junto a otros oficiales y suboficiales de las Fuerzas Armadas.

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