viernes, 25 de junio de 2021

Fortines sobre la Zanja de Alsina

 La segunda Línea de Fortines que se erigieron dentro del Partido de Trenque Lauquen entre 1877 y 1878, formaba parte del sistema defensivo adoptado, que se conoce como de “la zanja de Alsina” y corría a lo largo del viejo trazado de la ruta nacional Nº 33; los kilometrajes que siguen corresponden a esa traza (los mismos fueron señalizados con precisión absoluta por José F. Mayo, fotografiando en vuelos de avión restos de fortines y rastrilladas indígenas hacia Guaminí, y que sentaron un precedente en Argentina del uso de aerofotografía como auxiliar de la Arqueología).


El ala derecha de esta frontera empezaba con el “Fortín Lamadrid” (hoy Partido de Rivadavia) que por su condición de extremo de la Línea asignada a la División comandada por el Coronel Villegas, era reconocido como Comandancia con una guarnición compuesta por 1 Jefe, 22 Infantes, un soldado de Caballería, y 3 artilleros que servían un cañón del 12.

Luego seguía el “Fortín Campos” a unos 8,5 km. del anterior, el cual era custodiado por 8 Infantes.

A sólo 9 km. de este último se encontraba el “Fortín Martínez de Hoz”.

El “Fortín Rauch”, con una guarnición de 10 Infantes, se hallaba a 10,5 km. del “Martínez de Hoz”, sobre la misma línea que se indicó, o sea en la prolongación de la antigua Ruta Nacional Nº 33 que corre sobre el Partido de Trenque Lauquen.

El inmediato, era el “Fortín Olavaria”, que dio origen a la población del mismo nombre, en el actual Partido de Rivadavia. José F. Mayo dejaba constancia en sus investigaciones que “Los vestigios de esa guarnición aún se podían ver, hasta hace algunos años, en la sección de chacras de esa ciudad, ubicada a unos 100 m. a la vera de la traza de la ruta Nº 33”. Su guarnición estaba formada de la siguiente forma: 7 Infantes y dos Artilleros con un cañón del 12.


Aproximándose a Trenque Lauquen, le seguía el “Fortín Vega” ubicado sobre el campo conocido como “La Cristina”. Este fortín estaba custodiado por un Oficial, 6 soldados de Caballería, un Infante y dos artilleros con un cañón del 12.

En territorio del partido de Trenque Lauquen, siempre sobre la Ruta Nº 33, se hallaba el “Fortín Orellano”, en el campo “El Moro” actualmente, y que tenía una guarnición de 8 Infantes.

En el ángulo noroeste de la sección chacras, frente a la esquina sur del campo “El Moro” –chacra Nº 263- se hallaba el “Fortín Batallón 2º de Línea”, así denominado en homenaje a uno de los Cuerpos fundadores de Trenque Lauquen y estaba custodiado por 8 Infantes artillados con un cañón del 4.

En la sección chacras de Trenque Lauquen hacia el sur, en la intersección de las actual avenida Juan D. Perón y Ruta Nº 33 (chacras de Fossatti), se hallaba el “Fortín Vanguardia”, del que no se conocen demasiados datos.

En el campo de Arrastúa, siempre siguiendo ese rumbo a la altura del km. 335 de la ruta 33, frente al gran monte de “El Mate” se ubicaba el “Fortín Regimiento 3º que recordaba a otro de los Cuerpos fundadores de Trenque Lauquen y cuya dotación era de 10 soldados, con un cañón de 4.

Entre los campos de Arrastúa-Uribarry, frente al km. 331 de la ruta 33, se levantó el “Fortín Junineros” tercer Cuerpo fundador de esta ciudad, y tenía como guarnición a 7 soldados de Caballería y 3 artilleros con un cañón del 12.

En el km. 325 de la Ruta 33, sobre el campo del Dr. Rovaro, se levantó el “Fortín 25 de Mayo” que estaba custodiado por una guarnición de 1 Oficial, 10 Soldados y artillado con un cañón del 12.

Pasando el “salitral de los indios”, en la ruta 33, km. 308.5 y al borde del camino se alzan aún visible los restos del “Fortín 24 de Mayo”, llamado así en recuerdo de la fecha del día de su terminación en 1876; tenía una guarnición para su custodia de 1 Oficial y 10 Soldados.

Una fotografía aérea tomada por José Francisco Mayo en 1950 y difundida por la Revista Nacional de Aeronáutica sentando un precedente como auxiliar de la Antropología. La Municipalidad de Trenque Lauquen ha erigido en ese lugar una réplica del “mangrullo” que formaba parte del citado fortín.

A unos 20,5 km. de este último, se hallaba la Comandancia, en el extremo sur de nuestra frontera, teniendo por dotación a 2 Oficiales, 50 soldados de Caballería y 3 artilleros con un cañón del 12.

En territorio de nuestro partido, pero como parte de la “frontera Oeste” de Buenos Aires, que tenía su asiento central en Guaminí, se hallaban sobre la misma Ruta 33, los Fortines: “Farías”, “Necochea”, “Pringles” y “Lavalle”, sobre los que no hay información.

Es de importancia aclarar que en la tradición oral de Trenque Lauquen se menciona un fortín, denominado Deheza, que no figura ni en los planos ni en las memorias militares consultadas.

Sólo se hallaron referencias a un Paraje denominado General Deheza o Comandancia Deheza, o Dehesa que aparece como depósito de materiales de las Columnas expedicionarias y que, por el foseado de sus corrales, puede haber inducido al equívoco.

En Trenque Lauquen, en el Parque Municipal Conrado E. Villegas, se levantó una muy fiel reconstrucción del fortín tipo de nuestra frontera, bajo la denominación “Fortín 12 de Abril”. Estos trabajos fueron realizados bajo la dirección y supervisión de José F. Mayo, y esta réplica ha logrado con el paso del tiempo en pobladores, estudiosos, viajeros una sugestión enorme que emana de sus humildes materiales, y es el sitio dilecto de la emoción patria lugareña.

Este feliz movimiento realizado en 1876 en sólo 34 días, durante la Presidencia del Doctor Nicolás Avellaneda, ideado y dirigido por el Ministro de Guerra y Marina, el Doctor Adolfo Alsina y cumplido acabadamente por los Jefes de las cinco Divisiones, los Coroneles: Nelson, Freyre, Maldonado, Levalle y Villegas, como también por las tropas a sus mandos, indios amigos, familias, etc.; permitió al país lograr que 56.000 km. de tierras vírgenes fueran puestas al servicio del trabajo y la producción; la fundación de una decena de ciudades bonaerenses y una cordobesa, traer la tranquilidad y el sosiego para el trabajo sobre una amplia zona ubicada a espaldas de la “nueva Línea de Frontera interior”.

El juicio de los historiadores es laudatorio de la empresa tan agriamente criticada en sus días. El Teniente Coronel Ramírez Suárez, en “La estupenda conquista” dice: … “El proyecto del doctor Alsina fue magnífico en su ejecución y concepción…”; agregando el Coronel Walther, en la “Conquista del Desierto”: … “Gracias al espíritu emprendedor y decidido del doctor Alsina se había logrado ganar al desierto unos 56.000 km. de tierras vírgenes, acortar en 186 km. la frontera bonaerense, empujar los bárbaros hacia el interior del desierto, levantar nuevos pueblos, extender la red telegráfica, abrir nuevos caminos, y facilitar a la provincia de Buenos Aires y a la Nación nuevas posibilidades para su progreso económico y social”.

La calumniada “Zanja de Alsina” no fue inexpugnable, ciertamente, como no lo fue la milenaria Muralla China, con la que se la llegó a comparar, ni las modernas líneas Maginot y Sigfrido, pero, como lo quiso su creador, hizo imposible las grandes invasiones y dificultó las pequeñas.

El dilatado foso no fue realizado en toda la extensión proyectada: se concretó en una zona intermedia entre Italoó y Trenque Lauquen, hasta cerca de Carhué, y desde este punto la dureza del subsuelo hizo que se lo reemplazara por un parapeto de dos metros de alto por un espesor de un metro aproximadamente, que los viejos vecinos de la zona de Puán lo recordaban como el “Paredón de Alsina”.

Fallecido el doctor Alsina, ocupó la cartera de Guerra y Marina el Gral. Julio A. Roca, y desde esa línea alcanzada en 1876, comenzó con el avance ofensivo, capturando a los principales caciques y capitanejos –la mayoría de origen chileno-, restituyendo sus fuerzas de lanceros y boleadores, dio el salto hacia Choele Choel. La centenaria “Zanja de Alsina”, cumplió con su misión: su alargada traza sobre la llanura bonaerense, visible aún hoy desde el aire, y el pedazo que de ella se conserva en Trenque Lauquen en la ruta nacional Nº 5 (hacia Pellegrini) y señalizada con un Monolito de Homenaje permanente como tremenda cicatriz gloriosa, habla elocuentemente de la brillante página que con su símbolo se ha escrito en la historia nacional. (3)


Referencias

(1) Scunio, Alberto – Del Río IV al Limé Leuvú, C. M., página 122.

(2) Un Titán del Desierto”- Rec. de José F. Mayo. Ed. 2003- H. C. D. Pcia. Bs. As.

(3) Un Titán del Desierto, Ob. Cit.

Autora: Patricia A. Cabeza Miró.


Fuente y agradecimiento: www.revisionistas.com.ar

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