Historia
A fines de 1951, el Poder Ejecutivo a través del Ejército, consideró la factibilidad de concretar el Plan Pujato. A tal efecto, juntamente con el Ministerio de Marina, se resolvió la instalación de una base en Bahía Esperanza.
Numerosas patrullas de reconocimiento y exploración, en diversos rumbos, han permitido el conocimiento y dominio de todo el área jurisdiccional, sobresaliendo la realizada en el año 1962 que unió por modo terrestre esta Base con la “General San Martín” durante el riguroso invierno, atravesando terrenos de difícil transitabilidad. El recorrido de 2.000 Km, se efectuó entre mar congelado, barrera de hielos y sobre glaciares, durante 5 meses. Según palabras de su jefe Teniente Primero Giró Tapper, “… muy superior en dificultades, al asalto triunfal al Polo Sur Geográfico años posteriores”.
En 1978, la presencia de familias inició un período diferente para la Argentina en la Antártida. Se construyeron las primeras casas unifamiliares que fueron el cálido hogar que vio nacer al primer niño antártico del mundo, Emilio Marcos Palma, y a los otros siete que le seguirían.
La instalación, posteriormente, de familias permanentes, originó la creación de una pequeña villa que se la denominó Fortín “Sargento Cabral”.
Actualidad
En la actualidad la Base Esperanza, custodia del ecosistema, es la puerta de entrada a la Península Antártica, facilitando su penetración, reconocimiento y exploración a lo largo de sus costas oriental y occidental como de sus islas adyacentes; permite la interconexión antártica por modo terrestre, aéreo y marítimo. Es un área de especial atractivo científico y se ha convertido en un singular atractivo turístico. Cada verano se incrementa el número de turistas de todo el mundo que visitan la Base.
La Base Esperanza está ubicada en el extremo NE de la Península Antártica o Tierra de San Martín, a los 64° 24´ de Latitud Sur y 57° 59´ de Longitud Oeste, rodeada de imponentes glaciares como el Buenos Aires, Depósito y Arenas, montañas como el Co Taylor, Co Pirámide, Co Flora y el Estrecho Antarctic, dando un marco de singular belleza natural al lugar. Es la más septentrional de las instalaciones que nuestro país mantiene en el Territorio Antártico Argentino.
Desde sus comienzos, las actividades que se desarrollaron en la Base fueron de reconocimiento y exploración, construcción de refugios en la zona, estudios de topografía, meteorología y mareografía, todos ellos tendientes a afianzar la soberanía del País en el Territorio Antártico y dar a conocer nuestra posición ante los demás países del mundo.
La Base cuenta con un laboratorio del Instituto Antártico Argentino (IAA) y estación meteorológica.
Las Actividades Científicas que se desarrollan en ella son:
Glaciología.
Sismología (Convenio con Italia)
Oceanografía (Convenio con EEUU)
Ecología costera
Biología
Geología
Limnología
Mareografía
Las patrullas terrestres de reconocimientos y exploración, el buceo para la recolección de muestras y la navegación en botes neumáticos, complementan esta actividad.
Las temperaturas oscilan durante el verano entre los 0° y 10° C bajo cero, y en invierno entre los 10° y 35° C bajo cero. También se caracteriza por ser una de las zonas más ventosas del planeta, ya que los vientos soplan con mucha violencia y alcanzan velocidades de hasta 350Km/h.
Allí funciona la radio emisora LRA 36 Arcángel San Gabriel, única en toda la Antártida.
Desde 1978 funciona una escuela dependiente del Instituto Dámaso Centeno que posee ciclo escolar completo y que apartir de marzo de 1997 paso a llamarse Escuela Nro 38 “PRESIDENTE JULIO ARGENTINO ROCA”, dependiente de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur en el nivel primario y del Servicio de Educación a Distancia del Ejército, (SEADE) para el nivel medio.
Brinda apoyo a la actividad aérea, marítima y terrestre, mediante la estación meteorológica.
La importancia de su existencia está dada porque representa la puerta de entrada a la Península Antártica; situada frente a una bahía con fondeadero para buques que pueden encontrar refugio en ella; además posee un glaciar adyacente donde puede realizar anevizajes aviones de porte mediano; permite la interconexión antártica; pertenece a la zona de superposición de reclamaciones con Chile y el Reino Unido; y facilita la penetración, reconocimiento y exploración de la Península a lo largo de su costa oriental y occidental como así también las islas vecinas.
Fuente y agradecimiento: Comando Antartico.
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